Señoras cantando intensamente las melodías oficiales de la barra de Alianza Lima era el sello característico de la tribuna blanquiazul. Había mucha ilusión en el estadio Julio Montjoy Guizado de Surco, lugar donde el cuadro victoriano es local.
Los jóvenes de la categoría 95 querían demostrar por qué el apelativo de los potrillos, a ver si demostraban el juego pícaro que caracteriza a Alianza. Sin embargo, la ansiedad mató a jóvenes. Crearon varias oportunidades y les tocaba ese bendito toque final, que les fue esquivo durante todo el partido. Encima fallaron el penal, creando desazón en la barra íntima. Las personas expresaban su molestia insultando, reprochando cualquier error de su equipo o del árbitro, que vale la pena resaltar, no influyó para nada en el resultado final del partido.
Esto es fútbol, donde un equipo puede atacar mucho y no convertir, mientras el otro aprovecha las pocas chances y las concreta. Por ello, Universitario salió airoso en este encuentro ganando 3-0. “Un partido luchado pero el resultado no se dio esta tarde. El fútbol da revanchas y hay que trabajar para ganarle a la U. Pensamos en otra cosa y no nos concentramos en este partido, por eso terminamos haciendo este papelón. Adelante nomás y que un partido no nos quite el campeonato”, sentenció Cárdenas, defensa de Alianza Lima.
Texto: Jorge Jiménez
lunes, 2 de abril de 2012
Desazón blanquiazul
